Turismo de aventura en Galipán, El Ávila_Lourdes Denis Santana

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Autora: Lourdes Denis Santana
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Vista de El Ávila, Caracas - Venezuela

Origen del nombre: Los habitantes originales de El Ávila fueron los indios Caracas, de la familia Caribe. Una versión muy difundida hasta ahora atribuye el origen del nombre al vocablo indígena Guaraira Ripano que significa Sierra Grande. Sin embargo, recientemente ha surgido la versión según la cual el vocablo correcto es Wariarepano que significa "danta".

Según narra Manara (1998), el mismo Henry Pittier, citado por William Beebe en su libro High Jungle, a mediados del siglo XX refería haber escuchado de la boca de un anciano que las montañas que bordeaban a Caracas estaban cubiertas de densos bosques, mientras no muy lejos, en los ríos, había dantas. Traemos estos testimonios poque son decisivos para comprender el significado del nombre que le daban los indios Caracas a la Cordillera de la Costa, que no era Guaraira Repano, o "Sierra Grande", como creyó el gobernador Juan Pimentel, sino Wariarepano o Wairarepano. En efecto, no existe en caribe tal cosa como "guaraira", y tampoco "repano". Lo que sí existe es warare, wariare, wariaret, formas locales para designar la "gran bestia", es decir, la danta, y el sufijo colectivo -pano, equivalente a las terminaciones castellanas -ero, -ar, -al (hormiguero, palmar, cambural). Entonces, Wariarepano es lo mismo que "Dantal", palabra de formación análoga a la de designaciones indígenas relictas, como Carúpano, o lugar donde hay matas de caro o de caruto, Tucusipano, es decir "Tucusital" o Lugar de tucisitos, en el estado Guárico, y especialmente Guararipano, en el estado Falcón. (...) Por el desprecio del conquistador y de los intelectuales de la Colonia hacia el indio y su mundo, no hubo interés en Caracas para estudiar y recopilar la lengua de los indígenas de Antímano, Macaro, petare, Chacao, Baruta y otras poblaciones vecinas, tanto más cuando a raíz de la peste de 1580 desaparecieron tribus enteras, con lo cual todo el sector indígena de la nueva ciudad quedó en "silencio", designación toponímica que sbrevivió hasta nuestros días, a pesar del barullo y ajetreo de "El Silencio" moderno.

La original denominación indígena fue cambiada por la de Ávila, durante la conquista española. Esto se debió a que el sector comprendido entre el cerro de Papelón y la Quebrada de Chacaíto, hasta la cumbre "donde se avista el mar", pertenecía en 1575 al Alférez Mayor de Campo Gabriel de Ávila. Este personaje fue uno de los que acompañó a don Diego de Lozada durante la fundación de Caracas. Fue alcalde ordinario de la ciudad en 1573 y compró tierras en las faldas del cerro. Posteriormente la propiedad pasa a Juan Álvarez de Ávila. Al morir éste en 1795, su hijo Domingo de Ávila heredó "el potrero y la serranía del cerro de Ávila", lo cual vendería luego a Juan Manuel Matamoros y a su hermano Fernando Antonio de Ávila. Es ésta la razón por la cual la gente identificaba las posesiones de la referida familia como el "cerro de Ávila".

Aspectos históricos: Las picas trazadas por los indios fueron empleadas por los españoles para comunicarse con el mar. Los piratas también usaron esas picas para atacar a Caracas; entre ellos el inglés Preston quién saqueó la ciudad en 1595 tras encontrarla desierta. Durante el siglo XVII se generalizó el uso del llamado "Camino de los españoles", que parte de la hoy conocida Puerta de Caracas, en la Pastora. Se distinguieron dos rutas: el Camino Viejo, que llegaba a La Guaira, y el Camino Nuevo o Camino Real que iba directamente a Maiquetía.

Medida para su preservación: El Ávila fue decretado Parque Nacional mediante el Decreto No. 473, el 12 de diciembre de 1958, por la Junta Provisional de Gobierno, presidida por Edgar Sanabria, con el objetivo de conservar los paisajes extraordinarios, la diversidad biológica y el patrimonio histórico y cultural que alberga. Según la X Asamblea General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Nueva Delhi (1969):

Un parque nacional es una zona relativamente extensa: 1) donde uno o varios ecosistemas están protegidos de la alteración material causada por la ocupación y explotación humana, donde las especies de plantas y animales, en claves geomorfológicas y habitats son de especial interés científico, educativo o recreativo o constituyen un paisaje natural de gran belleza, y 2) donde la máxima autoridad competente del país ha tomado medidas para prevenir o eliminar, tan pronto como sea posible, la explotación u ocupación en toda la zona, para hacer respetar efectivamente las características ecológicas, geomorfológicas o estéticas que han conducido a su establecimiento, y 3) donde el hombre le está permitido entrar, bajo condiciones especiales, para fines inspirativos, educativos, culturales y recreativos.

Este concepción acerca de los parques nacionales cambió años más tarde. El Congreso Mundial sobre Conservacionismo celebrado en Roma, en 1971, consideró que los parques nacionales sí podían ser habitados, siempre y cuando los pobladores contribuyeran a su equilibrio y mantenimiento.

Diagrama del Parque Nacional El Ávila
El Parque Nacional El Ávila posee una extensión de 85.192 hectáreas. Está conformado por una serranía de montañas que se localiza en la parte centro-norte de Venezuela, entre el Valle de Caracas y el Mar Caribe. El punto más alto del conjunto montañoso es el Pico Naiguatá con una altura de 2.765 metros sobre el nivel del mar. Otros picos son: Topo Galindo (2.550), Pico Oriental (2.640), Pico Occidental (2.478), Pico Ávila, (2.250), Topo Infiernito (1.945), La Cumbre (1.550), entre otros.

Ubicación del Parque Nacional El Ávila Detalles de interés: El Ávila constituye un símbolo emblemático para los caraqueños y los venezolanos en general. Representa el lugar de esparcimiento por excelencia de los citadinos. Se calcula que su origen geológico data del Eoceno, un período relativamente reciente, hace unos 40 a 65 millones de años. Diversos estudiosos han desarrollado investigaciones acerca de la flora y la fauna de El Ávila. Entre ellos, Alejandro de Humboldt, Amado Bompland, Henry Pittier, Juan Manuel Cajigal, Eduardo Otto, James Mudie Spence, Alfredo Jahn y Eduardo Röhl.

En la montaña destaca la Cruz de El Ávila cuya idea original corresponde a Ottomar Pfersdorff, ingeniero de la Electricidad de Caracas, quien al admirar el cerro evocó pasajes de su Europa natal, por lo que se animó a proponer la creación de un símbolo que desde 1963 ilumina las navidades caraqueñas. Cada diciembre son encendidos los 74 reflectores de 150 vatios que conforman la Cruz, para anunciar la Navidad. Esta Cruz ha pasado a ser un símbolo de El Ávila y de Caracas. La Cruz del Ávila ha ocupado tres sitios distintos desde su instalación. Inicialmente (1965) estuvo en el Hotel Humboldt, donde fue encendida por primera vez, luego (1981) fue mudada al topo de Mecedores y en 1982 es instalada en la Fila de Papelón, donde permanece actualmente. La Cruz está a 1.530 metros de altura, su estructura metálica de acero galvanizado mide 37 metros de alto y 18 metros de ancho. Otra de las grandes obras asociadas a El Ávila es la conocida Avenida Cota Mil. En 1965, el Ministerio de Obras Públicas concretó el proyecto de realizar la Cota Mil, llamada luego Avenida Boyacá. Este proyecto fue concebido en 1938 cuando se pensó hacer una carretera "al pie del Ávila". En 1951, fue ejecuado el tramo inicial para facilitar la construcción del teleférico.

El Ávila sirve de asiento a varios poblados autóctonos que ya existían cuando fue decretado Parque Nacional. Ellos son: Galipán, Hoyo de la Cumbre y El Corozo. Además, existen otras comunidades agrícolas, ubicadas en zonas de uso especial, posterior al decreto 473. Éstas son: Culebrillas, Santa Rosa Padrón, Sanchorquiz.


Bibliografía

Campo, Ernesto (2001, Enero 21). Hotel Humboldt: Una estructura en búsqueda de rentabilidad. El Nacional, G1-G2.
De Vicenzo, Teresa (2001, Mayo 27). Un parque nacional vulnerable El Ávila: Guardián de Caracas. Últimas Noticias. D8, 4-9.
De Vicenzo, Teresa (2001, Mayo 27). Nuevamente abre el teleférico. Caracas se conecta con su montaña. Últimas Noticias. D8, 14-17.
Gondelles, Anabel (1999). Venezuela, El Ávila Parque Nacional. Caracas: Ecograph.
Lombardi, Clara (2001, Abril 29). El Hotel Humboldt revive la nostalgia de los años cincuenta. El Nacional, G1, G3.
Machín, Miguel y Aché Boet, Patricia (1986, Mayo). El Guaraira Repano. En: Notas Polarizadas, 16 (186), pp.32-40.
Manara, Bruno (1998). El Ávila: Biografía de una montaña. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana - Fundación Cultural Chacao.
Paredes, Fran (1985). Defensa de Galipán. Propuesta para su reglamentación. Trabajo de grado no publicado. Caracas: Universidad Simón Bolívar.

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Edición: Febrero, 2002 - Copyright © Derechos Reservados