Autora: Lourdes Denis Santana
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San Isidro Labrador
San Isidro nació en España, en el año 1040. La devoción hacia San Isidro encontró acogida entre los agricultores campesinos, porque él dedicó su vida a las labores del campo. Su imagen se presenta conduciendo afanosamente la yunta tirando el arado que traza los surcos donde son colocadas las semillas. Sus padres fueron agricultores y le inculcaron el amor al campo. La precaria situación económica de la familia obligó a Isidro a dedicarse desde muy joven a esos menesteres.
Cuando quedó huérfano, Isidro comenzó a trabajar como jornalero en la posesión de un señor de apellido Vera, en Madrid. Al ver la estima que le profesaba el patrón, sus compañeros comenzaron a intrigar en su contra. Le acusaron de dedicar las horas a la oración en vez de trabajar.
Circunstancias políticas le obligaron a emigrar a la ciudad de Torrelaguna. Allí contrajo matrimonio con una joven de Uceda a quien posteriormente se le conocería como Santa María de las Cabezas. En compañía de su esposa regresó a Madrid. En tierras de su antiguo patrón nació su primer y único hijo, Juan de Vargas. Según testimonio del patrón, mientras San Isidro oraba, dos ángeles vestidos de blanco conducían la yunta con que él araba.
Se destacó por su dedicación al trabajo, la fortaleza conque enfrentó las acusaciones, por su humildad y su caridad para con los pobres. Murió el 15 de mayo de 1130, a la edad de noventa años. Fue beatificado por el Papa Pablo V en 1619, y canonizado por Gregorio XV en 1662. Su esposa fue también canonizada. La festividad en honor a San isidro se celebra el 15 de mayo, en diversas poblaciones de Venezuela y del mundo. El artista español Goya legó un grabado del santo "San Isidro de rodillas", el cual se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. El gremio de plateros de Madrid costeó la urna de plata que guarda sus restos en la Catedral vieja de Madrid.