El propósito de esta sección es dejar testimonio del día más trágico en la historia de Galipán, El Ávila y el estado Vargas, en Venezuela. El deslave ocurrido durante los días 15 y 16 de diciembre de 1999 perdura en la memoria de los venezolanos. Aquella dolorosa tragedia, evidenciada en los "rasguños" que surcan las laderas de la montaña, se convirtió también en símbolo del coraje y de la unión con que los venezolanos enfrentaron ese dramático momento.
Durante los días 15 y 16 de Diciembre de 1999, se produjeron una serie de deslaves en la montaña El Ávila, producto de un intenso y sostenido volumen de precipitaciones que ocasionó el desprendimiento de la capa vegetal en diversas zonas de la montaña. Según los geólogos, este tipo de sucesos tiene un período de ocurrencia de 500 años y son fenómenos 'normales' que mantienen el equilibrio de crecimiento de la Cordillera de La Costa. Con el objeto de conmemorar la tragedia fue construida una escultura en piedra, la cual lleva por nombre “Plaza de la Esperanza”. Fue diseñada por el arquitecto Fruto Vivas y se halla ubicada en la avenida Álamo de Macuto. La obra consiste en un arco de piedra que sostiene con cabillas el peso de una gran roca. Se apoya en una plataforma de 15 x 15 metros, que forma un espejo de agua con plantas acuáticas. El monumento posee un pórtico de 6 x 6 metros con una abertura circular en el centro. Una roca de granito blanco del Ávila oscila entre dos barras de acero inoxidable que se soportan en los vértices del pórtico. A través del monumento se aprecia el horizonte marino.