En sus inicios, La Chivera comenzó a funcionar como un sitio de encuentro y concentración informal. Luego, en 1955 cuando estaba en construcción el Teleférico de El Ávila, el Sr. Telésforo Silva se dedicó a hacer pan el cual era vendido en el local y también era distribuido por familiares que recorrían el poblado en mula. En 1959, Juan Silva (conocido como el Sr. Irene) y Eleuteria Torres compraron la parcela. Entonces comenzó a funcionar una bodega en las instalaciones de la casa del Sr. Irene. La bodega quedó identificada con el mismo nombre de La Chivera con el cual ya era conocido el lugar. Cuando comenzó a funcionar el Teleférico durante la época de Pérez Jiménez, La Chivera adquirió gran relevancia ya que los turistas que bajaban del Hotel Humboldt se reunían allí para comprar sandwiches de pernil y jugos naturales. Con el paso de los años, la bodega fue ampliando los servicios a los turistas hasta convertirse en un famoso restaurante de obligada visita. Hoy es atendido por Emiliano Silva y su esposa Minerva Hernández. También colaboran sus hijas Dámaris, Norelis, Yohaliz y Yulimar. En los alrededores de la Chivera se hacen recorridos a caballo. En la vía cercana conocida como EL GUAMITO se ha concentrado un conjunto de kioscos que conforman una especie de boulevard donde se aprecian restaurantes, expendios de comida rápida, ventas de artesanía, dulces caseros y flores naturales.

La Chivera desempeña un importante papel en la dinámica turística, social y económica de la zona. Desde hace medio siglo ha representado un atractivo fundamental que genera la permanente concentración de personas en el lugar. Actualmente refleja el movimiento turístico que define a Galipán. Muy cerca de La Chivera se encuentra el terminal de camionetas que hacen el recorrido Caracas-Galipán y el transporte hasta el Hotel Humboldt. Asimismo, muy cerca se ubica la encrucijada de caminos que conducen tanto al Hotel Humboldt y a Lagunazo como a Caracas y al poblado autóctono de Galipán. En épocas de mayor auge turístico, es impresionante la concentración de vehículos y personas en los alrededores de La Chivera, hoy llamada el MERENDERO DE GALIPÁN. El auge del lugar se debe principalmente a los famosos sandwiches de pernil que allí se ofrece a turistas y visitantes.