DATOS BIOGRÁFICOS
VALERIO DENIS HERNÁNDEZ nació en Guatire, estado Miranda, Venezuela, el 27 de diciembre de 1920. Es miembro de una familia campesina de once hermanos. Sus padres fueron Julián Denis (12-12-1888/02-07-1966), natural de Santa Cruz de Tenerife - España, y Gregoria María Hernández Lima (10-05-1982/03-09-1931), natural de Gárate, Petare, Estado Miranda - Venezuela. Sus padres contrajeron matrimonio el 05-02-1927. Sus abuelos paternos fueron Julián Deniz y María Martínez, ambos isleños. Sus abuelos maternos se llamaron Luis Felipe Hernández y Rosa Luisa Lima, también de las Islas Canarias.
El 2 de junio de 1945, a los veinticinco años de edad, se casó con María Belén Santana Herrera, oriunda de Galipán, El Ávila, estado Vargas - Venezuela. En aquella época, era costumbre la formalidad de solicitar por escrito el consentimiento de la novia para entablar un compromiso matrimonial. Valerio escribió una misiva a Belén pidiéndole autorización para presentarse a su señor padre con el objeto de "pedir su mano".
Valerio y Belén vivieron en Galipán y procrearon una numerosa familia compuesta por trece hijos. Valerio fue un padre modelo. Como esposo siempre apoyó el esfuerzo de Belén para contribuir al progreso de la familia. Trabajador incansable y creativo. Entre sus principales habilidades figura la de ser un constructor de gran inventiva. Valerio construyó su propia vivienda con paredes de bahareque y, al pasar los años, la remodeló con paredes de bloque; ayudó a construir caminos y carreteras; construyó artefactos, muebles y objetos diversos entre los que se cuenta un avión de madera que trató de hacer volar. Cuando joven, en la ajetreada vida campesina que le ha correspondió vivir, tenía que internarse en la montaña para "echar el agua"; esto es, instalar y conectar las mangueras que permiten distribuir el agua desde los manantiales de la montaña (Lagunazo) hasta el vecindario.
Para la comunidad galipanera, Valerio representa un personaje célebre, respetado y admirado por su recta trayectoria, como vecino ejemplar y como trabajador. En Galipán, Valerio atendió "la bodega del abuelo". Desempeñó la función de Comisario en Galipán. Representó una reserva moral e histórica. Múltiples instituciones, estudiantes universitarios, medios de comunicación y visitantes lo entrevistaron para obtener información sobre las costumbres y la forma de vida de los galipaneros de antaño. Con frecuencia compartía con los visitantes de la Posada La Casa de Belén, quienes le hacían consultas sobre la trayectoria de Galipán. Una de las huéspedes de la Posada (Bertha Canache) le escribió un poema.
Valerio desarrolló una vida de intenso y noble trabajo. Entre sus múltiples actividades se puede citar la crianza de animales, la labranza de la tierra, el cultivo de flores, frutas y hortalizas, la construcción de viviendas, caminos y carreteras, los trabajos de herrería y plomería, entre muchos otros. Uno de sus hobbies fue la caza en la montaña. En la memoria familiar permanecen recuerdos de Valerio cuando llegaba de cacería. Algunas veces traía paraulatas o lapas. En ocasiones, llevaba a hijos y nietos quienes eran objeto de travesuras y cuentos fantasiosos. Sus anécdotas en la montaña fueron motivo de entusiasmo para familiares y amigos quienes disfrutaban evocando las aventuras de Valerio.
Casi a los 88 años, falleció Valerio en Caracas, el día 08 de octubre de 2008. ¡Paz a su alma!