EL PEÑÓN constituye una gran roca que se ha convertido en visita obligada para los turistas y los pobladores de Galipán. Su forma plana en la parte superior, como una meseta, es propicia para los osados visitantes, especialmente niños y jóvenes, quienes trepan su empinada ladera hasta alcanzar la cima. Al pié del Peñon, un conjunto de rocas dan forma a una cueva que actualmente se halla cubierta por la maleza, pero que podría ser acondicionada con fines turísticos.
Desde lo alto se divisa una hermosa vista panorámica de la montaña El Ávila y del Mar Caribe hacia la parte norte. Las personas gustan permanecer largos ratos sobre la cima del Peñón donde meditan y disfrutan del espléndido panorama.
Los pobladores cuentan que hace muchos años atrás se escuchaba de noche a alguien que entonaba canciones en los alrededores del Peñón. Al intentar descubrir quién era, se percataban de que no había nadie. Por eso, comenzó la leyenda de que era el diablo quien cantaba y se le comenzó a llamar El Peñón del Diablo.
Con el paso del tiempo, durante el Año de las Misiones, la Iglesia promovió la idea de cambiarle el nombre por El Peñón de la Virgen. En el marco de la celebración de unas fiestas patronales, se bendijo una estatuilla de la Virgen y después de llevarla en procesión se comisionó a Valerio Denis, vecino de la zona, para colocar la estatuilla, con vista al mar, en lo alto del Peñon. Con una modesta ceremonia, Valerio y otros lugareños colocaron la efigie de la virgen, como símbolo y recordatorio del cambio de nombre. A pesar de este simbólico acto, mucha gente aún lo conoce como el Peñón del Diablo.
Desde el punto de vista geológico, el Peñón representa un elemento digno de estudio. No sólo por su constitución física, su tamaño y fortaleza, sino por el hecho de estar rodeado de un promontorio de rocas que posiblemente fueron esparcidas al ocurrir un fuerte movimiento de la corteza ocurrido durante el desarrollo fisiográfico del Parque Nacional El Ávila. Los geólogos afirman que la edad mínima del basamento sobre el cual se sedimentaron las rocas de El Ávila es de 420 millones de años, correspondiendo a la era Paleozoica. Pero es durante el Eoceno cuando se produce el levantamiento definitivo que forma lo que actualmente es la Cordillera de la Costa, y en la cual se encuentra el Parque Nacional El Ávila.
Para llegar al Peñón de la Virgen se sigue la carretera que proviene del sector Cotiza -en Caracas- hasta llegar a Boca de Tigre -en la fila de El Ávila-; de allí se toma la vía hacia Galipán por la Gruta de la Virgen de la Rosa Mística. Luego se continúa por el lado de La Fila o Los Pinos y finalmente se toma el Sendero Belén Santana, antes de llegar a la Posada La Casa de Belén.